martes, 16 de abril de 2013

La media maratón de Valdemoro


Vencer a los demás te hace fuerte, vencerse a uno mismo te hace poderoso. Anónimo.


Como preparación a la maratón de Madrid que voy a hacer el próximo día 28, el pasado domingo 14 de abril hice la media maratón (21.095 m) de Valdemoro. La cual consistía en dar dos vueltas a un circuito de algo más de 10.500 metros. Hacer una carrera dando un número de vueltas a un circuito tiene la desventaja de que se hace más monótono, pero tiene la ventaja de que si quieres hacer la carrera en progresivo de menos a más sabes donde puedes apretar. Como esta era mi intención, la carrera era ideal.
Últimamente no suelo participar en carreras multitudinarias donde apenas se puede correr bien hasta pasados un par de kilómetros y donde además el precio mínimo para la inscripción son 15 euros. Todo eso me parece una pasada. Afortunadamente en Valdemoro solo éramos 600 participantes (entre la carrera de 10,5 km y la media maratón) y el precio de la inscripción era de 10 euros.
En la línea de salida voy convenciéndome de que no quiero correr más rápido de 4:30 el kilómetro durante la primera de las dos vueltas, “cuando vuelva a pasar por aquí ya apretaré si puedo”. Dan la salida. Pulso el inicio del Garmin para que me vaya indicando el tiempo y la distancia. Acostumbrado a correr distancias más cortas automáticamente y sin querer siempre voy a un ritmo más alto en la salida. La subida del principio me ayuda a ir más lento. Me voy fijando en el ritmo: 4:25, 4:27. Bien. Al rato miro la distancia que llevo y ¡solo llevo 54 metros! Me doy cuenta que sin querer he parado el tiempo al poco de arrancar, por eso solo marcan los 54 metros. Estoy hecho un torpe. Le doy de nuevo al inicio y me fijo que cuando paso por el kilómetro 1 marca 1:03. Si calculo que he ido de media a 4:30 este primer kilómetro me va a tocar sumar 3:30 al tiempo del garmin para estimar el tiempo real que lleve. Con el paso de los kilómetros noto que me voy dejando llevar, que podría apretar más pero no quiero ya que quiero correr en progresivo.
La carrera recorre Valdemoro, su centro urbano y sus zonas residenciales. A lo largo del recorrido hay pequeñas subidas y bajadas. Voy buscando sensaciones de las subidas y me quedo con la del kilómetro 8 para cuando vuelva a pasar por allí, se va a hacer dura y más cuando está tan cerca del final. Cuando paso otra vez por meta en el kilómetro 10,5 marca 44:57. He ido más rápido que el ritmo que me he propuesto. Mal. Al menos estoy en tiempos para hacer menos de una hora y media. Según paso por meta y saludo a Maribel que no para de darme ánimos. Empiezo a ir algo más rápido. Veremos lo que aguanto.
Lo que en la primera vuelta eran pequeñas subidas en la segunda se me van haciendo cada vez más duras. Cojo agua del avituallamiento del km 15, le cojo la botella a un niño muy pequeño que sujeta la botella gracias a la ayuda de su padre: “mira cariño, dale el agua a este corredor”. Cuando se la voy a coger se pone nervioso y derrama un poco de agua, le doy las gracias: “¡gracias campeón!”. Su padre a su vez me da las gracias. Para no atragantarme con el agua de la botella la vacío un poco antes de beber y cuando me la llevo a la boca veo que me he quedado corto, la he vaciado demasiado. Pienso en la maratón, si hace calor y necesito más agua no voy a poder vaciarlas tanto y me voy a atragantar seguro. Pronto pienso en otra cosa y me centro en la carrera que estoy haciendo y en ir restando kilómetros hasta la meta.
La subida que hice en el kilómetro 8, que ahora es el 18 se hace dura, aquí no mantengo nada el ritmo. Cuando llego arriba pienso que solo me quedan 2,5 km y aumento el ritmo tanto como para no dejarme nada cuando llegue a meta. Ya voy sufriendo. Voy calculando el tiempo real (sumándole 3:30 al tiempo del garmin) y calculo que puedo llegar en menos de 1:30:00. Entro en meta con un tiempo de 1:29:50.



He conseguido bajar de 1:30:00 pero no he hecho la carrera tan en progresivo como quería. Esto me tiene que enseñar para el maratón que tengo en dos semanas que NECESARIAMENTE tengo que CONTROLAR MÁS MI RITMO e ir más lento ya que a partir del km 30 puedo reventar.
Al rato de terminar la carrera no paro de darle vueltas a que en la maratón que tengo en un par de semanas voy a correr el doble de distancia que la que acabo de hacer y estoy reventado. Veremos como la termino…