miércoles, 24 de septiembre de 2014

Respeta los 1,5 metros

Cuando tenía quince años me dijeron que, para cuando saliera en bicicleta, tenía que llevar encima algún documento identificativo. En éste tenía que aparecer un número de teléfono o una dirección al cual llamar o acudir en caso de accidente. Por aquella época los teléfonos móviles no estaban a la orden del día y por supuesto no había wasap. Así que hice una fotocopia del DNI por las dos caras, en una de ellas apunté el número fijo de casa y lo metí en una de las muchas fundas de las cartas magic que tenía. Lo dejé en la bolsita de detrás del sillín entre una cámara parcheada, parches, desmontables y un tubo de pegamento que ya se había volatilizado. El día que guardé la fotocopia del DNI estaba vestido de ciclista y a punto de salir de casa. Entonces sentí miedo a que alguien tuviera que buscar mis datos entre mis pertenencias. Tuve miedo de no volver, así que no salí.
(El deporte también enseña sobre el miedo y la fragilidad de la vida).
Al día siguiente me convencí que las ganas de montar en bicicleta y de disfrutar de ella era mayor que el miedo. ¿Por qué tengo que dejar de hacer algo que me gusta por lo que pueda pasar? Lo que te pueda pasar ocurrirá el día que menos te lo esperes. Carpe diem. Vive el momento. Así que salí a montar en bici, como he seguido saliendo siempre que he podido los siguientes diecisiete años. Afortunadamente nunca me ha pasado nada grave (cruzo los dedos para que siga siendo así).

La noticia del otro día (que puedes ver pinchando aquí) sobre la muerte de un ciclista por las inmediaciones de la A-42, muy cerca de donde vivo, nos sobrecogió a todos los que somos aficionados a la bici. Resultaba ser Julio, de la peña CEDENA.
Julio, el colega de peña de un compañero de trabajo.
Julio, el amigo de un buen amigo mío.
Julio, el primo de una compañera de trabajo de mi hermana.
Del CEDENA, la peña que viste de amarillo, rojo y azul. Cuna de ciclistas profesionales como Germán Nieto o el actual Dani Moreno. De vez en cuando veo por las carreteras a la gente de CEDENA así como a los John Deere, Bermejo, Roselín, Ciclos Cortés y tantos y tantos otros.

Y como casi siempre, el accidente ha sido fruto de la imprudencia y la negligencia. Por eso desde aquí te voy a pedir solo una cosa de las muchas otras que podría pedirte: respeta los 1,5 metros de distancia lateral cuando adelantes a un ciclista, porque cuando lo hagas:
Puede ser el colega de peña de tu compañero de trabajo.
Puede ser el amigo de un buen amigo tuyo.
Puede ser el primo de una compañera de trabajo de tu hermana.
Puede pertenecer a una peña con historia y de gente con historias.
Porque puede ser el chaval de quince años que fui y que un día tuvo miedo a hacer lo que más le gustaba.