domingo, 28 de abril de 2013

Maratón de Madrid 2013


I have run I have crawled I have scaled these city walls,
these city walls only to be with you
But I still haven't found what I'm looking for

He corrido, me he arrastrado he trepado los muros de esta ciudad,
Sólo para estar contigo
Pero todavía no he encontrado
Lo que estoy buscando
But I still haven't found what I'm looking for. U2.

Tras meses de preparación he realizado la maratón de Madrid de 2013 el pasado 28 de abril.
Ha sido una prueba dura y difícil que he realizado junto a dos compañeros de la peña ciclista JUYMAR a la que pertenezco: Joaquín y José Luis. Ambos han tenido problemas para entrenar las últimas semanas. José Luis y yo teníamos claro que queríamos ir a un ritmo de 5 minutos el kilómetro (para hacer un total de 3 horas 30 minutos). Joaquín intuía que no nos podría acompañar todo el tiempo. 

Mi mujer Maribel ha hecho labores de intendencia y coordinación y ha ido viajando por el suburbano para poder irnos a ver a diferentes puntos del recorrido con la cámara en mano. Es una auténtica campeona y ella ha realizado su particular maratón. Le he propuesto tres puntos kilométricos donde nos puede ir a ver y la conexión en transporte público es buena: El 13, el 25 y la meta.
Km 0. Al llegar a la salida vamos a un cajón de la zona intermedia- baja, lo que implica que vamos a empezar a correr con gente quizá un poco más lenta del ritmo que queríamos ir. Y así es, comenzamos a un ritmo de 6 minutos el kilómetro.
Km 4 (aproximadamente). Aquí se separa la carrera de los 10 km del recorrido del maratón  y media maratón. Me recuerdo que el año pasado corrí la de 10 kilómetros y conseguí bajar de 38 minutos. Este año es diferente, los ritmos y la filosofía de cada carrera son diferentes. Pienso que después de tantos meses cogiendo más fondo que velocidad echo de menos las distancias más cortas que me permiten ir más rápido. Ahora ya podemos ir a un ritmo de 5 minutos el kilómetro. Pero con tanto zigzag para adelantar a gente acumulamos más metros que los que nos marcan las pancartas. Personalmente esto me ha venido bien ya que no quería que me ocurriera lo que me pasó en la maratón de Valdemoro, no quería ir más rápido del ritmo que me había propuesto. No hay mal que por bien no venga.
Km 13. Mi mujer nos espera para hacernos unas fotos. Un par de fotos, un beso y para delante.

Km 16. Joaquín se despide de nosotros y baja el ritmo. “Si no te encuentras bien, párate” le digo.
Km 17. En la zona de Sol había bastante gente y muy buen ambiente y hasta un par de gaitas gallegas animando a los corredores de esa zona. Miro a un lado y a otro buscando a mi amigo Manu ya que si hoy curraba lo mismo se pasaba a verme. No le veo. Por aquí empezamos a ir a un ritmo de 4:30-4:40.
Km 21. La mitad de la carrera y donde empieza realmente esta. Mentalmente me convenzo para empezar a restar kilómetros en lugar de sumarlos. Así lo veo más factible.
Km 23. Empiezo a notar una molestia en la tripa como si fuera flato. Me empiezo a preocupar ya que ese mismo tipo de molestia me fastidió bastante la media maratón de Aranjuez de marzo de este año y tuve que bajar bastante el ritmo cuando estaba para bajar de una hora y media. Me descubro dándole vueltas a la cabeza si será flato o no, si va a ir a más... buffff. Me convenzo mentalmente para  apartar las malas ideas y me digo a mi mismo de que se me va a pasar. A los pocos kilómetros ni recuerdo la molestia.
Km 25. No veo a Maribel, no paro de mirar a un lado y a otro de la gente que nos rodea intentando ver su pañuelo azul y nada. Me quedo un poco preocupado. Si no me ve pasar es posible que se quede más rato esperando y vaya un poco justa para llegar a la meta. En este punto es donde José Luis tenía pensado decidir si continuar con la maratón o acortar sin pasar por la casa de campo. Sigue hacia delante, tiene alguien a quien dedicarle la maratón.
Km 26. Entrada a la casa de campo. Veo a Ramón, un compi de la empresa. Le pregunto como está, le deseo suerte y tiramos para delante. E l viento, el frío y unas pequeñas subidas nos pasan factura y vamos paulatinamente bajando el ritmo que íbamos llevando hasta los 5 minutos el kilómetro. En este kilómetro cojo unos de los dos geles que guardo en el bolsillo trasero de la malla y me lo tomo acompañado de agua.
Km 28. Avituallamiento de geles. Cojo uno para sustituirlo por el que ya me he tomado. A la que lo guardo en el bolsillo trasero de la malla se me cae. Seré torpe. Pienso que ahí llevo el mp3 y que cuando lo saque con ese tengo que tener cuidado para que no se me caiga.
Km 29. Me pongo el mp3. Busco canciones de U2. No me gusta ir a las carreras con el mp3, pero hoy lo llevo porque creo que en algún punto determinado lo necesitaré como los geles. Y uno de esos puntos es la casa de campo ya que aquí apenas hay gente que anima.
Km 30. Parece que vamos saliendo de la casa de campo pero antes una buena subidita para salir. Cuando bajamos intentamos recuperar. Ahora sí que hay gente que anima. En los kilómetros siguientes no vamos más rápidos que a 5 minutos el kilómetro. Intuyo que el tiempo que queríamos hacer no lo vamos a conseguir aunque eso ahora da igual, ahora hay que terminar.
Km 34. Desde el kilómetro 32 no paro de restar mentalmente. ¡Ahora solo quedan 8! José Luis me dice que tire, que vaya a mi ritmo. Le doy la botella de agua y voy para delante.
Km 37. A pesar de que ya solo quedan 5 empiezo a notar como voy lento, las piernas cargadas. Por más que lo intento no puedo ir más rápido que 5:30. Un corredor me pide agua de la botella que llevo encima, se la doy sin pensarlo.
Km 38. Solo 4 km para terminar y esto se me está haciendo muy lento. Las piernas están cargadas, noto los cuádriceps cargados pero sobretodo como los bíceps femorales están a punto de darme un tirón. La zona de Atocha es un hervidero de gente animando.
Km 39. Antes de subir la cuesta que da a la puerta principal del retiro me da un tirón en el bíceps femoral de mi pierna derecha. Intento continuar pero no puedo. Me paro. Al intentar estirar noto como otros músculos me tiran. Una persona me dice si me ayuda le digo que no con la cabeza. Estiro sentado. Se me acerca una mujer: “Ahora no te puedes retirar” me dice. La verdad es que por ahora ni lo había pensado, solo me estoy tomando un momento para que se me pase el tirón. Cuando me levanto ando y a los pocos metros empiezo a correr. No noto nada del tirón.
Km 40. Ya no queda nada. Quedan como dos vueltas al perímetro largo del parque donde entreno. Este pensamiento me hace ir hacia delante. No pienso en ritmos.
Km 41. La cuesta de Alcalá a la entrada del retiro. En la carrera de los 10 km del año pasado aquí sufrí para aguantar el ritmo, ahora voy mucho más lento y cansado de otra manera.
Km 42. Veo la meta. Solo quedan los dichosos 195 metros. Una amiga que ha corrido la media me anima desde las vallas, le digo: “¿Dónde está Maribel?” me dice “está delante”. Quiero dedicar a Maribel la carrera y la voy buscando entre los centenares de personas que rodean el recorrido. No la veo. Cruzo la meta. 3:41 por mi Garmin. Paro. Y es ahora cuando noto las piernas absolutamente cargadas. Una persona del SAMUR me pregunta como estoy.
Ando por toda la zona de avituallamiento y por fin veo a Maribel al otro lado de la valla. La seguridad es tan alta que hasta que no salgo de esa zona varios minutos después no estoy con ella. Por fin nos encontramos. Nos abrazamos.
En la zona de meta nos encontramos con José Luis, ha hecho mejor tiempo que yo, me ha debido adelantar cuando yo estaba estirando tras el tirón. Nos estamos quedando fríos. Nos vamos. Maribel se quedará a esperar a Joaquín que llega a los pocos minutos.