lunes, 1 de julio de 2013

Miguel Poblet y la Milán- San Remo.


En homenaje al campeón Miguel Poblet (18 de marzo de 1928- 6 de abril de 2013)

Miguel Poblet nació en Montcada i Reixac en 1928, pasó la infancia en la guerra y la juventud en la posguerra. Su afición por la bici le llegó como le llegaron a otros tantos en aquellos años: la bicicleta comenzó siendo su medio de transporte (si es que tenías la suerte de contar con una bicicleta) y acabó siendo su forma de vida y sustento.  Empezó a competir con la bicicleta a la edad de 17 años ganando ¡10 etapas en su primer año!

La prueba ciclista Milán- San Remo nació unos años antes que Miguel, más concretamente el 14 de abril de 1907. Fue organizada por La Gazzetta dello Sport después de que el ganador del Giro de Lombardía de 1905 Giovanni Gerbi probara el trazado. Aquella edición tuvo 288 km y bastante barro ya que el día fue bastante húmedo y la ruta se desarrollaba a través de caminos. A pesar de que Giovanni Gerbi probó el trazado anteriormente, la primera edición de la carrera se la adjudicó Petit Breton. En aquella edición de la Milán San Remo empezaron 33 ciclistas y solo terminaron 14. A partir de 1946 la classicissima (como se conoce a esta carrera) empezó a aumentar gradualmente la distancia. A día de hoy se acerca bastante a los 300 kilometros por lo que es la clásica más larga. 



Mientras Miguel, con apenas 20 años se empezó a codear con los grandes ciclistas del pelotón español como Bernardo Ruiz y Langarica. Ganó campeonatos de España de montaña y la Volta a Cataluña en 1952 (donde alcanzó casi 30 victorias de etapa en su carrera deportiva) y en 1954 compitió en el campeonato mundial de Alemania Oriental.


En 1955 fichó por un equipo extranjero llamado Splendid que le llevó al Tour una vez que se adjudicó el Midi Libere (prueba antes del Tour). En este Tour marcó un hito convirtiéndose en el primer español que vistió el maillot amarillo del Tour. Además ganó dos etapas. 



En 1956 ganó 3 etapas en la Vuelta a España y debutó en el Giro de Italia ganando 4 etapas (¡llegó a ganar 20 etapas a lo largo de su carrera deportiva en el Giro!). Además con la etapa que se adjudicó en el Tour de ese año se convirtió en el primer corredor de la historia en ganar al menos una etapa de las tres grandes vueltas en un mismo año. Tras la victoria en ese año de la Milán- Turín puso los ojos en la Milán- San Remo. 

Y es que los caminos de Miguel y la Milán- San Remo se cruzaron varias veces: ganó en 1957, fue segundo en 1958 y volvió a repetir la victoria en 1959. Así explicaba Miguel a la revista meta2mil  los secretos de la Milán- San Remo:

Los primeros cien kilómetros de carrera se desarrollan en un terreno sencillo hasta el Turchino. Lo ciertamente importante de este puerto es su bajada, puesto que presenta muchas curvas. Se baja prácticamente de a uno. Como a estas alturas el pelotón aún es numeroso, salvo alguna escapada, la diferencia que puede haber entre los de delante y los últimos puede llegar al medio minuto.



Tras 90 kilómetros se afrontan los capos:

Estas tres ascensiones: capo Mele, Cervo y Berta, era donde prácticamente podríamos llamar un sprint largo y la gente caía por su propio peso. Con el tiempo vieron que la carrera resultaba un tanto suave y se decidió poner el Poggio, con lo cual los tres capos perdieron importancia y dejaron de subirse como se hacía antes. Ahora el papel de los capos lo hacía el Poggio que se sube desde la base como si fuera un largo sprint, con la particularidad de su complicado descenso, en el cual quien toma unos metros puede resultar ganador.” 


La realidad es que el Poggio fue incorporado en 1960 a raíz de las victorias de los sprinters como Miguel ya que los organizadores temían que esta prueba solo fuera ganada por este tipo de corredores.  Si te fijas en la imagen verás el descenso complicado al que se refiere Miguel.



En los años siguientes siguió acumulando victorias de etapas en Volta y Giro vistiendo durante varios días la maglia rosa. Hizo podio dos veces en la París- Roubaix, pero esta es otra clásica que me gustaría contaros en otra entrada y a través de otro campeón.


En España pecamos de valorar a los ciclistas solo si ganan el Tour. Pero el ciclismo es mucho más que eso ya que hay que saber apreciar a aquellos ciclistas que disputan esas otras grandes carreras que son las clásicas. Para que conozcas a éstas y también a aquellos te dejo esta entrada y te invito a que sigas ese “otro ciclismo”.