jueves, 23 de mayo de 2013

Valores II. Sacrificio.


El valor de un sentimiento se mide por la cantidad de sacrificio que estás preparado a hacer por él. John Galsworthy.

Cuantas veces hemos oído que para una persona conseguir algo le ha costado un gran sacrificio. Muchas veces esta expresión la interpretamos como hacer algo a disgusto, a regañadientes e incluso hacer algo por lo que uno no está dispuesto a pasar, pero que al final cedes y acabas haciendo. Sin embargo el significado del sacrificio es bien distinto ya que está vinculado a algo sagrado, algo digno de veneración, respeto y que a su vez es muy importante para cada uno. Por lo tanto, cuando algo lo hacemos sagrado se quiere indicar que eso que hacemos o que queremos conseguir es muy importante por lo que implica invertir mucho tiempo y dedicarnos en cuerpo y alma a ese asunto.

En el deporte se manifiesta continuamente este sacrificio, donde hay que invertir mucho tiempo en conseguir esas pequeñas metas y objetivos que cada uno se va proponiendo. A medida que se van consiguiendo esas metas y algunos de los objetivos el deportista aprende que el sacrificio es importante y reconfortante. En ese aspecto, el sacrificio se parece bastante al esfuerzo del que ya hablamos anteriormente.

En mi caso, salir a correr por la mañana temprano antes de ir a trabajar lo convierto en algo sagrado. Y da igual si llueve, hace frío o si hace mucho mucho frío si tengo previsto salir, salgo. Ese rato que estoy corriendo es el tiempo que dedico para mí, donde invierto mi esfuerzo para después conseguir mis objetivos en la carrera y donde además ordeno mentalmente mi día: como fue el día anterior, que tengo que hacer hoy en el trabajo y fuera de él… Aconsejo a todo el mundo (que pueda) hacer deporte antes de ir a trabajar.

En cambio, la acepción del sacrificio de la que hablábamos al principio (hacer algo a disgusto) la aplicamos cuando algo que hacemos (que antes podía ser algo sagrado) lo hacemos  obligadamente. Y esto también puede ocurrir en el deporte. ¿Cuántas veces hemos visto a profesionales que cuando terminan de practicar el deporte que les ha consagrado dejan de practicarlo cuando se retiran?

Antes de correr el maratón empecé a sentir la obligación de salir a correr, tantos kilómetros, tanto tiempo invertido, muchas molestias en el cuerpo... Fue entonces cuando empecé a entender la otra acepción del término de sacrificio. En condiciones normales levantarme de la cama para ir a correr no me cuesta nada pero por aquel entonces correr se estaba convirtiendo en una obligación y la maratón algo que me desmotivaba. 

Con la práctica del deporte me he demostrado que mediante el sacrificio, la abnegación, invirtiendo tiempo y sudor se pueden conseguir muchas de las cosas que te propongas y eso lo aplico en mi día a día, en mis estudios y mi trabajo.