Hace unos días me escribió mi
hermano Carlos un whasap: ”te he inscrito a la carrera por la esclerosis
múltiple, la corremos juntos”… y esta mañana allí estábamos… hemos llegado
pronto, recogido los dorsales incluso hemos encontrado a Mónica y Alberto con
los que había quedado Carlos.
Cerca de las nueve nos colocamos
en la línea de salida donde podemos porque hay un montón de gente y comienza …5…4…3…2…1 ¡vamos! a empezar a moverte…. Andando al principio por la cantidad de corredores que
somos y poco a poco empezando a trotar. Hoy no llevo mi música “hoy no te lo
pongas” me dice Carlos… vale… es por esto por lo que soy más consciente de mi
respiración y de llevarla a buen ritmo tal y como me ha enseñado David….2 veces
inspira por la boca y uno por la nariz… Muy pronto Mónica y Alberto nos adelantan y pienso “ve a tu ritmo e intenta
mantenerlo”… y así comienzan los primeros kilómetros que me parecen los más
pesados, me cuesta coger el ritmo y si a eso le añadimos un par de cuestas
tremendas imaginaros…. Y siempre Carlos a mi lado animando “¡venga, vamos, muy
bien…cuidado… por allí!” hasta que llegó mi primera parada, creo que
fueron 10 o 15 segundos… paro, respiro y
¡seguimos! Continuamos los siguientes kilómetros 4, después el 5, se hace
eterno de letrero en letrero y por fin ¡agua! menos mal… tengo la boca seca.
Carlos me dice: “tú sigue que yo te la cojo y ahora te pillo”. Oigo a alguien
que increpa a mi hermano, “son ganas de discutir corriendo” le digo. Al
enterarme después que lo que realmente ha ocurrido es que ha empujado a mi
hermano pienso que si le hubiese visto hacerlo me lo como con papas… bueno
sigo… tengo que decir que a partir de este que creo recordar que seria el 5 ya
muy poquitas cuestas mas o muy ligeras, pero no pude evitar una segunda de mis
paradas…. 10 ó 15 segundos…. Y ¡seguimos!… por el camino vas fijándote en los
que te van pasando y a los que pasas tú… recuerdo una chica que durante varios
kilómetros mantuvimos el ritmo y su forma tan peculiar de correr, a Carlos
también le llamó la atención. Vamos pasando el 7…8 y empiezo a darme cuenta de que cogemos
buen ritmo porque incluso vamos adelantando…. Carlos me habla pero no puedo
contestar, ahora no puedo, mira el reloj
“muy bien, muy bien” me dice, y continuamos
y pienso “este ritmo hay que aguantarlo hasta la meta… la respiración… “y vemos
la meta... hay mucha gente animando a los que llegábamos y por supuesto mi
cuñada… “¡campeones!” nos grita… diez kilómetros… hecha polvo… contenta, muy
contenta, reto conseguido…. ¡Muchas gracias compañero! y ¡ahora a preparar el
siguiente!