domingo, 26 de mayo de 2013

Carrera por la esclerosis múltiple


Hace unos días me escribió mi hermano Carlos un whasap: ”te he inscrito a la carrera por la esclerosis múltiple, la corremos juntos”… y esta mañana allí estábamos… hemos llegado pronto, recogido los dorsales incluso hemos encontrado a Mónica y Alberto con los que había quedado Carlos.






Cerca de las nueve nos colocamos en la línea de salida donde podemos porque hay un montón de gente y comienza  …5…4…3…2…1 ¡vamos!  a empezar a moverte…. Andando al  principio por la cantidad de corredores que somos y poco a poco empezando a trotar. Hoy no llevo mi música “hoy no te lo pongas” me dice Carlos… vale… es por esto por lo que soy más consciente de mi respiración y de llevarla a buen ritmo tal y como me ha enseñado David….2 veces inspira por la boca y uno por la nariz… Muy pronto Mónica y Alberto nos adelantan  y pienso “ve a tu ritmo e intenta mantenerlo”… y así comienzan los primeros kilómetros que me parecen los más pesados, me cuesta coger el ritmo y si a eso le añadimos un par de cuestas tremendas imaginaros…. Y siempre Carlos a mi lado animando “¡venga, vamos, muy bien…cuidado… por allí!” hasta que llegó mi primera parada, creo que fueron  10 o 15 segundos… paro, respiro y ¡seguimos! Continuamos los siguientes kilómetros 4, después el 5, se hace eterno de letrero en letrero y por fin ¡agua! menos mal… tengo la boca seca. Carlos me dice: “tú sigue que yo te la cojo y ahora te pillo”. Oigo a alguien que increpa a mi hermano, “son ganas de discutir corriendo” le digo. Al enterarme después que lo que realmente ha ocurrido es que ha empujado a mi hermano pienso que si le hubiese visto hacerlo me lo como con papas… bueno sigo… tengo que decir que a partir de este que creo recordar que seria el 5 ya muy poquitas cuestas mas o muy ligeras, pero no pude evitar una segunda de mis paradas…. 10 ó 15 segundos…. Y ¡seguimos!… por el camino vas fijándote en los que te van pasando y a los que pasas tú… recuerdo una chica que durante varios kilómetros mantuvimos el ritmo y su forma tan peculiar de correr, a Carlos también le llamó la atención. Vamos pasando el  7…8 y empiezo a darme cuenta de que cogemos buen ritmo porque incluso vamos adelantando…. Carlos me habla pero no puedo contestar, ahora no puedo, mira el reloj  “muy bien, muy bien” me dice,  y continuamos y pienso “este ritmo hay que aguantarlo hasta la meta… la respiración… “y vemos la meta... hay mucha gente animando a los que llegábamos y por supuesto mi cuñada… “¡campeones!” nos grita… diez kilómetros… hecha polvo… contenta, muy contenta, reto conseguido…. ¡Muchas gracias compañero! y ¡ahora a preparar el siguiente!